La ley abarca apuestas virtuales, apuestas físicas, eventos deportivos reales, juegos en línea y eventos virtuales de juegos en línea. Por el texto, las empresas podrán quedarse con el 88% del ingreso bruto para el gasto de la actividad. Sobre el producto de la recaudación, el 2% se destinará a la Contribución para la Seguridad Social.